domingo, 26 de abril de 2020

Hoy si, (hoy si me leerías) entenderías.

Te necesito en los paréntesis,
En el hueco incansable de mi alma,
En el sudor de las angustias,
En el calambre que da mirarse y perderse nuevamente.
En el caminar,
En el andar.
En el ir y venir de este vaivén,
De estos pies descalzos
Que me calzan el cuerpo y lo descansan.
Me desgano en tus horas pensando
Que hago con mirarte,
Que hay de los inventos,
De los parlantes.
Del disparate de comer a deshora y armar la cama cuando vamos a acostarnos.
Tengo nauseas de pensar que me gusta entregarte gran parte de mi día.

Y que hay de las Doñas Lucias;
Ellas son sargentas,
Te emparchan el alma,
Te comen a besos
Y yo apenas te miro desde una cerradura sin ojos
Que temo me atrapes
Espiando tus gustos y disgustos
En un cuento eterno de miedo y soledad
Que no se explicarte.

sábado, 11 de abril de 2020

Solo sueños , Amelia.


Iba a la despensa de Paso y España, estaba la dientona con su sonrisa amable y de buen humor.
Era un día de sol, tranquilo a la tarde, entre el mediodía y la siesta.Yo llegaba con una mochila y un cajón de verduras con una toalla limpia adentro (era blanca la toalla). Compraba algunas cosas, muy pocas porque en verdad andaba de pasada y cuando la vi a la dientona, la saludé y palabra viene, palabra va nos quedamos conversando rato en la esquina. Cuando ella regreso al local a continuar con su trabajo, yo creí conveniente comprar algunas pocas cosas.
Asique compre, entre otras cosas, casi un kilo de mandarinas muy dulces (riquísimas a mi paladar… las probé anterior a pagarlas, ya que una de las particularidades de esta despensa es que tienen fruta en exhibición para convidarte) y oliva de calidad a muy buen precio.
Finalmente pago, cargo la mercadería en la mochila y sin tomar el cajón de frutas con la toalla, me despido. Ya de vuelta, camino a casa, habiendo hecho media cuadra por la avenida (como siempre en la vereda del sol) recuerdo el cajón con la toalla pero no me alarmo. Pienso en que mañana será otro día y seguramente podría irlo a buscar.
Después de haber hecho las correspondientes cuadras de camino a casa, al fin llego. Estaba mi hermana sobre el borde la mesada con una pollera de jean y una musculosa celeste, su pelo corto por debajo de las orejas y la sonrisa blanca como la luz hospitalaria que elegía mama para dar luz a este lugar. Anita pava en mano y mate listo, me convida uno y entre risa y asombro voltea la mirada hacia el fondo de la casa. Una voz inocente se filtra entre la luz que atraviesa el ventanal del lavadero, venia él con una bolsa de nueces que había juntado de un árbol que había encontrado en el fondo del patio.


No hablemos de lo maravilloso que esta el día hoy, de cómo chocan una a una las hojas entre el viento, de cómo sopla el viento y se siente entre el silencio de la ciudad, de cómo el cielo cubre de turquesa el otoño entrante. El cribillar de hojas que envejecen con la estación, la calle gris y el cielo azul desdibujando el horizonte; y otra vez el viento es el alma en la calle.
El viento

NearMe


A veces pienso en dejar tu encierro,
Mirar uno a uno tus misterios
Y salir caminando como si pudiera evitarte;
Frente a la calle se dibujan mil enigmas y estas
Quemandome las cienes,
Otra vez.
Como quien escribe un cuento en tres dimensiones
Presa de tu aire y de tu abrigo,
Me obligo a dibujarte en el camino
(me gusta imaginarte entre mis manos).


Y si hubiera alguien a través de la ventana, yo sería capaz de mirarle. Buscar tu forma a través del espejo, atravesar el aire que se corta una vez más para ir a buscarte.
Tú forma inequívocamente
Quien se vuela mis parpados,
La que como una pluma en el viento
Amenaza a alejarse,
Juega conmigo,
Aliviana mis pesos
Y torpemente, entre bicis y autos,
Corro detrás de una forma
Que lleva tu nombre
Y carga tu alma.
La forma

The meaning


So when you come here and hug me
There won’t be any other place where I wish to be.
Between your arms there is a paradise,
Probably I’ve dreamnt about it near thousands times a week
But I couldn’t belive what I used to dream.
Will you rembember all the words,
Remember screaming and laughing under the trees,
All cheers and love, the very small space between our lips
And de sky above us.
Everywhere it’s meaningless without us.