viernes, 22 de mayo de 2020

Principito del otoño.


Hace tiempo atrás quien me recordó que las mandarinas no se compran se roban,
Y esa infancia yo no se la robo pero si la comparto.
Que de momento cuando de `robar ‘se trata… O mejor dicho hacer nuestro lo que avaros y mezquinos no convidan por ese mal hábito de acumular sin repartir, maldita abundancia en manos de viles avarientos. Pero para eso estamos los villanos y villanas de mandarinas; para que en el campo reine el amor y la igualdad de mandarina cuando abrimos la paritaria.
Yo recuerdo bien la entrada de mi pueblo, ese árbol lleno de moras; si aprendimos a treparnos, hacer jugo de mora hasta empacharnos… Y bueno siempre de chicas y de chicos somos golosas y golosos, después en la adultez no sé qué pasa. Esas calles empedradas también llenas de árboles quien supuso lo de monos y monas en nuestros genes, algo de razón debe tener. Porque cuando de frutas se trata, sí que ya sabíamos treparnos… Como si algo en nuestro ADN decodificara los antepasados.
En definitiva además de hojas secas, soles cálidos que entibian la tarde, el naranja combinado al amarillo, el verde y el marrón; el otoño trae los cítricos y acá se encontró Santiago justificando la apropiación de mandarinas en manos de niños y niñas.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Ya no te creo.


Ya no creo en los milagros
Entre vos y yo.
Los regalos que tenía para vos
A otra persona se los regale,
Descaradamente.
Y tus regalos…
Tarde tanto tiempo
Recién ayer cambie la bolsa de la basura y los tire.
Tanto tiempo tarde,
Pero me deshice de eso también.
Algo se rompió
Desde el comienzo algo estaba roto
O vos o yo,
Quizás los dos.
Si había algo roto
No hicimos más que romperlo todo
Y si algo quedaba hasta hoy termino por quemar hasta tu último recuerdo
Porque no creo en nada entre vos y yo.
Si algo quedaba era el paso del tiempo
Guardado en una foto que mis ojos conservaron con amor
Pero ya no creo en nada entre vos y yo.

lunes, 18 de mayo de 2020


Es de noche y me doy cuenta
Que durante el día
Si, durante el día,
Hice lo posible para no pensar.
Para no pensar, es decir extrañar.
Me doy cuenta que a la noche noto la ausencia,
Noto la ausencia de quienes alguna vez su presencia me lleno el alma.
Me lleno el alma hasta causarme la catarata de lágrimas que tengo hoy en los ojos
Esta noche de mayo
Que parece querer explotar en bombas de recuerdos a cada momento.
Es como si mayo en cuarentena tuviera tilde de recuerdo
Y cada momento pasado tildado por esa nostálgica forma de volver a pasar por el corazón
Cuando el alma esta en silencio y la noche en paz
El parpado se aligera y la lágrima empieza a caer.

La calle de mi barrio.

Fuego fuego, fuego fuego fuego.


Jugando de extremo a extremo
En el infierno
Ardiendo en el fuego
Quemando otra vez
El espacio, calentando el aire
Que se respira.
Otra vez ardiendo
Prendiendo como hoja seca de otoño
Este San Pedro.
Leña,
Ceniza.
Este humo que asciende en chimenea
Que calor infartante,
Que humo agobiante
Y prendemos flores como los amantes
Que la pasión arda en llamas
Que el fuego queme hasta quemar el instante.

martes, 12 de mayo de 2020

Limpiando el living de la terraza.


Tengo un puñado de besos en mi mano izquierda,
Un puñado de palabras
(rotas)
En mi mano derecha.
Que hay del pasado roto?
Del tiempo que añora verte intacto,
Casi igual como si los segundos no hubiesen pasado nunca.
No lo sé,
Tampoco de tus remotas incertidumbres,
De tus nuevas costumbres y tus viejos miedos
Escondidos bajo la alfombra
Como polvo de la mugre sin barrer
Que nuestra maniática obsesión por la pulcritud
Nos lleva a arrastrar polvo de mugre bajo la alfombra.
Solo el abrazo puede reparar el daño
Y la palabra alivianar el dolor,
El viento se llevara la mugre hacia otro rincón,
Lavaremos la alfombra
Y después del silencio escucharemos alguna canción.