miércoles, 23 de octubre de 2019

El pie en el acelerador.


El que dirán, el resto, mi espejo, los prejuicios.
Mi balcón al precipicio.
La caída libre, el vacío, la gravedad y la intensidad
Con la que caigo,
La presión que arraigo.
El dolor del que me escapo, la humanidad que conservo.
No quiero morirme
Y no verte.
No quiero pensar y reparar en que se puede esperar.
La calma me consume,
Ansío verte y escucharte, comerte con mirarte,
Saborearte cada parte.
Me gustas desde el instante
En que empiezo a dibujarte, a quedarme en tu parlante.
A hacer las morisquetas
Y los trucos necesarios para no dejarte ni soltarte.
Para pedirte si puedo llevarte
Para irme con vos a Marte
Cada martes
De cada mes.
Que viene esta vez, mi vejez por el ajedrez?
Mi truco?
Mi rancho a parte?
Conservo soledad y vino pero no son los años es más bien como vivo.
Te juro que soy de pino,
No como si no es conmigo.
No almuerzo si no es tu plato por el que pido y soy un resto de amargo
Pero te regalo
La calma con que peleo al esperarte y el disco que ya no uso
Porque te escucho en un canal aparte con piza y sin luz hasta tarde.
De verdad,
La verdad
Es agobiante.
No quiero pensar y reparar en que se puede parar
Y respirar
Tener el control
Y elegir el canal.

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