Entre las partes
Y las distancias
Salvo tu nombre,
Las salvedades.
Un impuesto a cobrarse la alegría,
Habrá que armase de coraje
Escucharte respirar
Y no llegas.
Sera que hay tiempo para rato
O lo tendremos que hacer.
Y la música del día,
Quien te espera de noche
Está bien cerca de escapar por la ventana.
A los almohadones,
A las risas,
A atarnos los cordones,
A perdernos el cielo y no mirar.
A desatarnos otra vez entre palabras
Y promesas que no sirven.
Sin embargo
Quien pudiera sentirse triste
Y recibir amor.
Seria nuestro número 2.
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